lunes, 29 de agosto de 2016

La Araña cangrejo (Thomisus onostus), en camí del Diable. Martorell.



















La araña cangrejo de las flores presenta un cuerpo corto, ancho y aplastado, como todas las arañas cangrejo, posee unas patas rotadas y dirigidas lateralmente, de modo parecido a los cangrejos, de los cuales la familia toma su nombre común. Esta configuración de sus patas le permite desplazarse rápidamente tanto hacia adelante como hacia atrás o de lado.
Las hembras que son el doble de grandes que los machos, suelen ser de coloración clara, blanca o amarilla, con los costados más oscuros y, a veces, marcas rojas en el abdomen. También suelen mostrar dos bandas oscuras en el cefalotórax.
Los machos son por completo oscuros, de color rojo o marrón rojizo, excepto los pares de patas tercero y cuarto, que son amarillos; suelen tener algunas bandas longitudinales rojas sobre fondo blanco en el abdomen, que son más o menos evidentes.
Alimentación y defensa:
La araña cangrejo de las flores es, como otros miembros de esta familia, un depredador al acecho. Se agazapa principalmente entre los pétalos de las flores y espera a que los insectos o, incluso, otra araña entre en sus proximidades. Con sus cortas patas posteriores la araña se agarra al sustrato. Las patas anteriores, que se mantienen en posición abierta, son mucho más potentes y agarran a los incautos visitantes florales con sorprendente velocidad, al tiempo que les propina un mordisco venenoso. Las presas son consumidas sobre la propia flor y el contenido de las mismas se succiona a través de dos diminutos orificios, de modo que sólo se deja un exoesqueleto seco casi intacto. Sin embargo, a pesar de su aspecto voraz, son inofensivas para el hombre.
Gracias a su capacidad para cambiar de color, las arañas cangrejo de las flores gozan de un extraordinario camuflaje sobre flores blancas o amarillas. Sólo las hembras adultas pueden llevar a cabo este proceso activo de camuflaje, que tarda un par de días en completarse. Las investigaciones realizadas sugieren que dicho camuflaje convierte a las arañas en difíciles de detectar tanto por sus presas como por sus depredadores potenciales.
Reproducción:
Las arañas maduras aparecen de mayo a agosto. Los machos, de tamaño mucho menor, se aparean con las hembras a comienzos de verano y pasan un tiempo sobre el abdomen de la hembra, del cual cuelgan boca abajo durante el apareamiento. Tras el acoplamiento, la hembra envuelve los huevos en un capullo de seda, que deposita en un pliegue de una hoja, y se queda guardándola y deja de alimentarse, por lo que muere poco después de las crías salgan del huevo. Los juveniles pasan el invierno en la hojarasca del suelo y alcanzan la madurez al año siguiente.
Hábitat:
Sus hábitats característicos son los espacios abiertos, tales como prados, páramos y campos, pero también caminos soleados y linderos de bosques, descampados y jardines. En Europa Misumena aparece desde Escandinavia hasta el Mediterráneo. También se encuentra en el norte de Asia y en Norteamérica


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